A Tampico
Domingo 18 de Diciembre de 2005. Por la tarde llego en un taxi al aeropuerto de la Ciudad de México. Hago la documentación de mi equipaje. En el acceso a la sala de espera paso por la revisión de mis objetos personales, coloco el teléfono celular, cámara fotográfica, dispositivo de memoria de mi notebook y monedas en una charola que coloco en la banda que pasa por el aparato donde los vigilantes visualizan los contenidos. Paso por el marco detector de no se que. Recojo mis objetos personales de la charola después de pasar por la revisión y asciendo a la sala de espera.
Mientras espero, vuelvo a la lectura de La reina del sur. Voy a los monitores que avisan sobre las salidas de los vuelos. Paso a la sala de abordar. Después de una espera breve, abordamos. En la puerta del avión tomo el diario El Universal, que leo durante el viaje. Se ha hecho de noche.
Por el altavoz nos avisan que estamos llegando al aeropuerto de Tampico. Vamos descendiendo. Las luces de la ciudad la hacen ver dorada. Líneas de luces doradas cada vez más cerca. Aterrizamos. Estamos en Tampico.
Desciendo del avión y al caminar por el pasillo para recoger mi equipaje voy recordando de cuando vivía aquí, en esta ciudad al margen izquierdo del caudaloso rió Panuco, donde termina Tamaulipas.
Me espera mi amigo y colega Felipe. Vamos al hotel, cuyo nombre esta muy acorde con las celebraciones de estas fechas decembrinas, Posada. Me instalo en el hotel.
Salimos hacia el centro de la ciudad, por la avenida Hidalgo, que después cambia de nombre a Altamira, damos vuelta a la derecha en Colon, luego a la izquierda en Héroes del Cañonero Tampico, llegamos a la Plaza de la Libertad, nos estacionamos en subterráneo que está en esta plaza.
Dejamos el vehiculo y salimos a la superficie. Los edificios de arquitectura de influencia francesa que rodean la plaza están adornados con luces de motivos navideños. Entramos al hotel Sevilla y en la segunda planta del edificio, en un largo balcón, donde esta el restaurante y bar. Nos sentamos a contemplar la plaza. Pedimos cervezas indio. Comentamos sobre esta plaza y su conservación.
Después de dos cervezas y albóndigas de jaiba, llega Silverio. Como la temperatura ha descendido, nos retiramos del balcón y pasamos a un saloncito donde hay una pantalla de televisión. Están por iniciar el tiro de penales del partido entre los Pumas de la UNAM y el Boca Júnior. Tiran los penales y gana en su cancha el Boca.
Seguimos nuestra plática. Nos terminamos los tequilas y salimos. Me acompañan al hotel. Hay que descansar.
martes, diciembre 20, 2005
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