martes, diciembre 27, 2005
El arte academicista en Oaxaca
Después de contemplar la fachada de la Catedral, caminé por la calle Macedonio Alcalá, llegué hasta el jardín de los pintores, la Plaza Labastida. Varios pintores exponen y expenden su obra.
Desde que llegue a la plaza vi concentrado frente a su caballete a Rodolfo Morales Nieto, homónimo de Rodolfo Morales, fallecido al iniciar el tercer milenio. Morales Nieto pinta un paisaje, quizá de la manera en que lo hacían José María Velasco o el Doctor Atl. Pinta un mercado, un tianguis, del centro de la ciudad. Pinta al óleo. Pinta en el jardín, rodeado de pinturas que pintan otros pintores, esculturas de madera y escultores. Pinta.
Me dijo que pinta los paisajes como los recuerda que eran hace treinta y pocos años, cuando el vio por primera vez esta ciudad. También pinta paisajes de los tianguis de las poblaciones del Valle de Oaxaca.
Los paisajes de Morales Nieto tienen el conjunto colorido de los mercados de Oaxaca, el celaje intensamente azul de Oaxaca, las mujeres y los hombres que trabajan vendiendo sus mercancías, los burros que cargan, trayendo y llevando, lo que se compra y lo que se vende…
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