viernes, enero 06, 2006
De Oaxaca a Xalapa
Antier, después del recorrido matinal por el centro de la ciudad y la visita al Museo de los Pintores de Oaxaca, salimos a la carretera.
El primer tramo, de veintitantos kilómetros, de cuatro carriles hasta la caseta de Huizto. Luego la reducción a dos carriles. Entramos a las montañas de poca altura. Atravesamos el pequeño valle de Nochixtlán, ya en la región mixteca. Pasamos la caseta de Coixtlahuaca. Un lomerío de tierras blanquesinas, semiárido. Termina el lomerío e iniciamos el descenso por la montaña semirocosa. Las montañas que vemos en el lado opuesto de la gran cañada por la que transitamos son impresionantes. Se ven rocosas (foto).
En día anterior, transitamos por la Sierra Madre del Sur, atravesamos sus montañas verdes. Ahora atravesamos las montañas rocosas de la mixteca. Solo hay arbustos y cactus. Miles de catus, prendidos como alfileres. Terminamos el descenso. Termina Oaxaca.
Cruzamos de una montaña a otra por el puente Calapa. Principia Puebla. La montaña sigue y va atenuándose hasta terminar en una planicie. Pasamos cerca de Tehuacan. Nos incorporamos a la autopista que viene de Veracruz y en Acatzingo tomamos la desviación a Xalapa.
Seguimos por el tramo carretero que hemos recorrido ya muchas veces, cuando viajamos desde la ciudad de México.
Termina Puebla. Principia Veracruz. Pasamos a un lado de Perote, por el libramiento. Iniciamos en descenso por las curvas del Cofre de Perote. Pasamos por un banco de niebla, breve. El tramo de curvas hace lento el tráfico. Vamos descendiendo en convoy, veinte, treinta, cuarenta autos, camiones, camionetas, traileres, autobuses. Una larga fila. Llegamos a Xalapa. Cuando ya se ha hecho de noche, llegamos a la casa.
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