jueves, octubre 27, 2005

Seguimos en Gómez Palacio

Ayer, miércoles 26 de octubre, durante el desayuno en el hotel, se incorporo Eugenio, quien vino de Monterrey. Comentarios sobre la mesa relativos a los destrozos causados por el huracán Wilma en la Península de Yucatán. Terminado el desayuno nos trasladamos caminando al trabajo. Tenemos la ventaja para nuestros desplazamientos de tener la sede del trabajo en el edificio que esta cruzando la calle aledaña al hotel.

Una sesión de trabajo muy intensa durante toda la mañana. Se incorporo al equipo Gerardo, quien también viajo desde Monterrey.

En el receso nuevamente hay gorditas, las tortillas de harina de trigo con guisado en medio de sus dos películas. Por estar en una sala de trabajo alterna, no participo de la delicia de saborear gorditas. Eugenio de retira a Monterrey para atender sus compromisos allá. A las cuatro de la tarde salimos a comer, los compañeros que si saborearon las gorditas se abstienen. Vamos al restaurante Martin’s. Un buffet, del que prefiero las ensaladas y concluyo con doble postre.

Regresamos al trabajo. En un receso, salimos Beatriz, Laura y yo a proveernos de botellas de agua, ya que la dotación que teníamos se agotó a las 5 de la tarde. Al igual que el día anterior, nos dieron las 10 de la noche. Nos retiramos al hotel. La mayoría del equipo se va a descansar a sus habitaciones.

Roberto y yo nos dirigimos al restaurante del mismo hotel y pedimos cervezas. Las acompañamos de un club sándwich y en mi caso de un par de quesadillas chihuahueñas, estas con queso chilchota producido aquí, en Gómez. Se incorporan a la mesa Juan de Dios, Ubaldo, quien sigue callado, y Julio Cesar Antonio. Hacemos algo así como una terapia grupal para liberar el estrés. Después de tomarnos dos cervezas, nos retiramos a nuestras habitaciones.

Antes de dormirme, sigo la lectura de Gritos y susurros de Denise Dresser, concluyo el capitulo escrito por Jacqueline Peschard y me duermo…

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