El Sol estaba por aparecer en el horizonte, las caprichosas nubes lo cubrían y un destello rojizo pintaba una parte del cielo. Y un arcoirís coronaba la ciudad que empezaba a vivir un nuevo día.
Atardecer
La tarde permitió ver las grandes montañas detras de la ciudad. A lo lejos. el Pico de Orizaba y el Cofre de Perote se distinguían por su elevación.
Una tarde tibia y callada de Veracruz.
1 comentario:
increíble como un lugar siempre tiene tantas caras, igual que las personas.
cariños
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