Después de una sesión de trabajo que iniciamos en la mañana en Teziutlán, hoy fuimos al campo geotermico Los Humeros. Vapor fluyendo del subsuelo que por medio de poderosas máquinas es transformado en otra forma de energía. Y sigue fluyendo.
Luego, el regreso. De pronto, tuvimos a la vista un gran arcoíris que cubría todo el valle de Perote. Mas tarde: lluvia y niebla.
Comimos cuando ya era de noche en Perote. Que delicia o que hambre, la primera para satisfacer la segunda. Más noche y entre la niebla volvimos a Xalapa.
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3 comentarios:
Eleonaí, si la comida estuvo como el paisaje que nos presentas debió ser un agasajo gastronómico...
Saludos
Magníficas fotografías...Eleonaí: que afortunado eres, de verdad =)
Saludos
ahh!!! y provechito!!
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