Nos detenemos en una de las avenidas del puerto de Veracruz ante el rojo del semáforo. Él inicia su acto. Pedalea con sus zapatos largos y anchos del frente. La bicicleta no tiene manubrios. En sus manos sendas antorchas. Y juega con ellas. Cambia la luz a verde. Seguimos. ¿Él espera o se cambia a la calle perpendicular?
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