miércoles, abril 04, 2007

San Lorenzo Tezonco

Ayer al mediodía estuvimos en el panteón de San Lorenzo Tezonco, en la inmensa ciudad de México. Estuvimos en el sepelio de Izaac, mi sobrino. Él era un joven que recién terminaba la adolescencia. En las primeras horas del lunes nos enteramos que había fallecido, después de estar muy gravemente enfermo y hospitalizado en el Centro Médico Siglo XXI. Contra su enfermedad no pudo la ciencia y la atención del personal médico de ese centro. Su vida terminó.

Seguramente Izaac fue muy amigo de sus amigas y sus amigos, jovencitos como él. Cuando arribamos a su velorio al anochecer del lunes muchos de ellos ahí estaban acompañando a la familia. A la media noche vi que una de ellas lloraba inconsolable, cuanto lo quizo. En la madrugada del martes, ayer, conversé con una de sus amigas que desde La Paz, Baja California, vino a acompañarlo. Me platicó que hacia cuatro semanas habían ido a la playa sudcaliforniana, que fue la última vez que compartió con él. De Los Cabos a la ciudad de México fue su último viaje, para recibir atención médica, la recibió y no fue posible salvarle la vida.

Ayer dejamos el cuerpo de Izaac en el mismo cementerio donde hace once años dejamos el de su madre. Allí se quedó, junto a las otra tumbas. Sus amigas y amigos le brindaron una porra, la misma porra con la que animan a su equipo de futbol, Los Pumas: ¡Goya!, cachún, cachún ra ra ¡Goya!...

4 comentarios:

Alb@ dijo...

Desde la distancia estamos con tu familia Eleonaí...duele despedir a los que no tuvieron oportunidad de disfrutar su estancia en este espacio. Te mando un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

¡Un abrazo solidario!
Me duelen las muertes de los niños y jóvenes.

Anónimo dijo...

Como se puede decir que se despide a alguien, creo que es difícil abordar ese tema. ¿cómo puedes despedir a quien es un total extraño, cómo puedes saber y cuanto era querido?, las lagrimas no son capaces solas de expresarlo... es el valor de las personas de dejar sus cosas, trasladarse desde lejos, perder un empleo, quiza el despues no tener para pagar las cuentas del viaje o las llamadas hechas para poder verle, es el después recordarle con lo mucho que aún duele y recordar que esa persona te enseño algo, te dijo algo y te quiso... ...

Anónimo dijo...

Han pasado poco más de 6 meses, y en la fecha en que su abuelo que lo amaba tanto, cumplía años, sólo pienso. Y él, porqué sientod el muchacho que era, con defectos y virtudes, a pesar de amarlo y quererlo tanto, nunca pude decirle de cara a cara. Y ahora que no esta pienso en él y anhelo los pleitos y las alegrías..... casi como un hijo que no supe amar............. El tiempo sigue y yo? Tendré alguna vez consuelo????? si este dolor es tan grande por un hijo-sobrino. Nunca podré entender el dolor por un hijo nacido de las entrañas........ Algún día lo veré en otro ámbito, y ahora a ese fanatico de "PUMAS" ya no le duele ni su garganta ni su corazón por la ausencia de su madre. Ahora esta con ella, ojala y deje yo de ver sus cosas con dolor y sentimiento...