viernes, noviembre 03, 2006

Soledad, Etla

Al mediodía fuimos a Soledad, un pueblo del valle de Oaxaca. Se percibe la tristeza e indignación de los pobladores.

La casa donde vivió el enfermero Jorge Alberto López Bernal tiene al frente un moño negro. Es el duelo. El dolor. La impotemcia ante la muerte. La muerte que trajo una granada lanzada por la PFP cuando Jorge Alberto asistía a un lesionado el pasado domingo, durante la entrada de la policia militar a Oaxaca de Juárez. Esa entrada que ayer Joaquín López Doriga -Milenio diario, página 3- hacía analoga a la entrada a Bagdad del ejercito de los EE UU.

En el cementerio del pueblo, la sencilla tumba de Jorge Alberto cubierta de flores. Cempasúchil.

El centro del pueblo desierto. La iglesia, de estilo barroco, es el mudo testigo de la tristeza y la indignación. Los pobladores, campesinos y productores de quesos, en sus tareas, llevan sus enseres en carretas. La vida sigue. Sigue la gente trabajando. En silencio llevan su indignación...

Por la tarde, en el centro de la ciudad de Oaxaca de Juárez, una manifestación de trabajadores de la salud pide, exige, justicia para Jorge Alberto.







3 comentarios:

Sam dijo...

Descanse en paz Jorge Alberto López Bernal...no tengo más palabras

Anónimo dijo...

Cómo me gustar{ia estar por all{i, tomando notas y fotos, reporteando...
Un abrazo y7 felicidades!

Alb@ dijo...

Si, descanse en paz.
¿Hasta cuando?