La ciudad normalmente es de color verde, de la cantera de sus edificios.
Ayer lucía tricolor, con las banderas en lo alto de sus casonas y en los puestos de las esquinas.
Al fondo el azul de cielo, limpio por las intensas lluvias de los días previos, y ayer no fue la excepción.
En la plaza los coheteros prepararon El Castillo.
Era perceptible el descuido en el resguardo de la polvora.
Por la noche, sólo escuche desde mi aposento los truenos de los cohetones. No fuí al Zócalo. Fue mejor.
1 comentario:
Buenas fotos, Eleonai, como siempre. Por aquí también se preparan las fiestas pero a cambio de los fuegos artificiales están las fondas y ramadas- donde se baila cueca y se come empanadas y asados-, la parada militar y la semana completa de vacaciones para la mayoría de los chilenos.
Muchos saludos
Publicar un comentario