Tamiahua

Al norte de Tuxpan está el pueblo de pescadores y la laguna de Tamiahua. Las gaviotas revolotean sobre el agua en busca de alimento. Un solitario pelicano enmedio de la parvada.

Para pasar a la Isla de Cabo Rojo ya hay un puente, quedando atras y sólo como recuerdo el chalan o panga. Del otro lado de la isla está el Golfo de México.

Atardecer en Coyoacán

Por la acera de enfrente avanzaba un hombre de indumentaria obscura, sin cabeza. Coincidimos en arribar a la plaza.

El contraste de la luz natural que se va desvaneciendo y la iluminación artificial dan una vista muy agradable de este pueblo inmerso en la gran urbe que es la ciudad de México. En la Casa de Gobierno hay una placa que recuerda que el conquistador Hernán Cortés fijo su residencia temporal en agosto de 1521 aquí.

El mercado o tianguis de artesanías de los fines de semana semeja un velero que navega en el mar de luz.

Neomuralismo en Tabasco

La capital de Tabasco vive una aparente calma. El domingo el gobernador informaba a los ciudadanos que en tres años el territorio del Estado se ha inundadado al 100%. No pudimos pasar por la Chontalpa, que está inundada.

Villahermosa ha estado nublada. Por ratos cae la llovizna. Los ríos la rodean.

Reclamaba el gobernador que faltan obras para controlar los grandes volumenes de agua. Y en la capital se decora una tanque de agua para simular una gran ceiba ante la carencia de éstas por la deforestación que ha continuado. Qué contraste: La Chontalpa inundada y Villhermosa con árboles pintados en un neomuralismo que, tal vez, no esté en época.

Día de Muertos en Oaxaca

Ofrenda en una casa de San Agustín Etla.

Campo florido en San Pablo Etla.

Ofrenda monumental en la Plaza de la Danza de Oaxaca de Juárez.

Ardilla disfrutando de las frutas de una ofrenda en una jardinera frente a la Basílica de la Soledad.

Tapete de arena colorida en el Panteón General.


Galería o nichos del Panteón General.

A la entrada dice:

Postraos. Aquí la eternidad empieza. Y es polvo la mundanal grandeza.

Viento del Norte

Desde ayer sopla el viento del Norte sobre la costa del Golfo de México. Las palmeras del boulevard costero resieten en el Puerto de Veracruz.

La humedad que viene del mar en forma de niebla cubre la montaña. A penas es visible la ascendente carretera.


Al otro lado de la montaña, el Sol ilumina los distintos verdores, los cactus menos intensos que los arbustos. Y el día avanza, nosotros con él.